jueves, 17 de mayo de 2012

Ella y él


   Claudia llegó entusiasmada al domicilio de Ferranti.  No tenía mucho, pero había cumplido con el objetivo de alojar a la testigo y ya estaba tendido el puente del diálogo que le permitiría retomar la conversación esa noche (eso era lo que ella suponía).  Luca la recibió cálida y paternalmente, perdiendo la frialdad del día anterior.  Se sentaron, la escuchó detenidamente. Reconoció y elogió lo realizado, Claudia continuó sintiendo un halo de contención.  (¿Le pasaría a él lo mismo que a ella?).  Finalmente, cuando todo hacía suponer que no había nada más que decir, él se dirigió a la muchacha:
-                    Claudia, por tu condición y ánimo creo que no estás al tanto de noticias que te van a afectar.
-                    ¿Qué pasó, Profe?
-                    Pasó algo con tu padre...
-                    ¡¿Qué le pasó a mi papá?!
-                    Tuvo un tiroteo con algunos delincuentes...
-                    ¡¿Está herido?!

   El silencio de Ferranti le dio la respuesta.  Se desarmó en un llanto desgarrador.  Luca no pudo más que abrazarla y contenerla entre sus brazos.  Ella nunca imaginó que debía perder un hombre para alcanzar los brazos de otro.  Él apoyó su cara sobre el lacio cabello y la acarició tiernamente.  Luego de tranquilizarla, ella llamó a su casa.  Estela le respondió que no tenía más información que la que estaban dando por la televisión. En la casa no había nadie.  Luca la acompañó hasta su domicilio y la abandonó en el portón de ingreso.  La insistencia de su alumna para que bajara resultó infructuosa.  Él debería regresar a la facultad ya que en media hora tendría su próxima clase.  Le prometió estar en contacto.
   Claudia no había terminado de trasponer la entrada cuando escuchó el motor de otro auto y vio que su hermano bajaba del mismo saludando con la mano al conductor.
   Se miraron y sin palabras se dijeron todo. Ambos corrieron simultáneamente al encuentro del otro. Se abrazaron como hacía tiempo no lo hacían.  Humedecieron sus hombros con lágrimas de dolor.  Yamila observaba desde la ventana de la sala de estar.  Deseaba, por los chicos, que todo pudiera aclararse.
   La esposa había llegado a la Comisaría exigiendo la atención de Quiroz.  El Comisario procuró atender de la mejor manera posible a la viuda. Tenía más información que la que había dado a la prensa. Le solicitó la autorización para realizar la autopsia. En medio de un ataque de llanto ella firmó los documentos correspondientes.  El comisario ofreció acompañarla hasta la casa.  Al llegar, se podían ver a distancia algunos móviles de canales de televisión y radios.  Decidieron ingresar con el vehículo y los cristales cerrados para no dar respuestas.  Quiroz le sugirió una guardia permanente en la casa para proteger a la familia. Nidia lo invitó a pasar, no sabía cómo contarles a sus hijos lo ocurrido.  Excusándose por la dedicación que le requerían las presentes circunstancias, el comisario prometió llamar ante alguna novedad y se fue.
   El tiempo parecía acompañar la tragedia. La llovizna se había transformado en una fuerte lluvia con viento pronunciado, la temperatura continuaba descendiendo.  En el interior de la casa, sus integrantes se habían unido en llantos y lamentos, en torno al hogar.  Fue Hernán quien, como nuevo jefe de familia, se hizo fuerte (más bien, se hizo “el fuerte”) y encaró la recuperación de Nidia y Claudia:

     - ¡Vamos! Calma, ya nada podemos hacer. Tranquilicémonos y pensemos que papá, en vez de vernos así, hubiera preferido que lo honráramos poniéndonos en actividad e investigando lo sucedido.
     - ¿Y qué podemos investigar? Si no tenemos nada.  Además, su profesión lo exponía constantemente. Ustedes no vivieron la incertidumbre diaria de no saber si regresaría a casa. Tenemos que esperar. 
     - ¿Y cómo fue? Yo estaba con Ferranti, pero no me pudo decir nada.
     - Mirá, no sé si a veces la fatalidad...  Tu padre fue a la Comisaría  por una investigación.  Cuando volvió al auto se dio cuenta de que lo había cerrado con las llaves adentro.  Quiroz le prestó el suyo para que volviera a  casa a buscar el otro juego de llaves...  En el camino, lo interceptaron y lo acribillaron... No logro entenderlo...
     - Yo creo que primero debemos tranquilizarnos y recuperarnos, tal como dijo Hernán. Ma, ¿por qué no te recostás un rato?  Total, cualquier cosa nos llaman por teléfono.
   Hernán había comenzado a transpirar y palidecer.  Fuera de sí, se levantó y se dirigió a su habitación. Nidia aceptó la propuesta de sus hijos y se dirigió a su  dormitorio. Claudia siguió a Hernán, diciéndole:

     - Hernán, nos vamos a tener que encargar de la que se nos viene:  el velatorio, el entierro, el aviso a los parientes y conocidos.
     - ¡Está bien, Claudia! ¿Me podés dejar solo?  Yo me encargo de la cochería y el entierro, vos hacé las comunicaciones.
     - Igual, hasta que no tengamos el cuerpo no sabremos los horarios.  Andá averiguando lo que puedas.  Yo voy a contactar a los parientes .
     - Bueno. Pero, por favor, ahora dejame solo
     - ¡Ya te escuché, Hernán!   ¡También era mi papá!
     - Bueno, después nos vemos…

12 comentarios:

  1. Vamos que se viene la parte romántica...!!!!! Espero que disfruten de este corto pero significativo capítulo!!!

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  2. Upsss, se ve que se viene lo mejorrrrrrrrrrrrrr!!!!

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  3. Y sin terminar de asumir la muerte de un ser querido tener que enfrentarse a lo que esto conlleva en los momentos inmediatos que le suceden a esa pérdida, los trámites, las llamadas, la burocracia... como si el hecho en sí no fuera lo suficientemente doloroso...
    Veremos cómo se reponen los personajes!

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    1. Gracias por tu comentario. Es muy cierto lo que afirmas, la "burrocracia" agudiza el dolor. Los personajes se reponen (no todos...) más no te puedo anticipar...!!!!

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  4. impecablemente escrito!!!!!

    Tendrían que algún día hacer un "trailer" de ustedes dos escribiendo!!!!! me encantaría saber como lo hacen!!! la historia surge entre los dos o uno se encarga de una etapa y el otro de la siguiente???
    ME INTRIGA!

    Felicitaciones chicos, los sigo!

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    1. Voy a tratar de emplear toda mi capacidad de síntesis (modesto el muchacho...) La idea se originó en uno/a, pero es como si fuera de los dos. No se como describirte la "unicidad" de pensamientos, casi hay coincidencia plena. No sólo en lo que redactamos sino, también en lo que hay que corregir. No te podés imaginar la cantidad de veces que nos sucedió que uno opinaba que había que modificar algo y el otro había pensado lo mismo...
      El eje central está hecho. Ahora cada uno de nosotros hace una última pulida de cada capítulo y subimos uno cada uno cada viernes alternadamente. Tu idea es muy buena y gratificante la vamos a considerar. No se si sabías que Myriam Boyer fue quien me inició en la escritura en su taller literario... Gracias por tu apoyo

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    2. fabuloso!!! chicos, tienen que sacarse fotos de ustedes en plena tarea de escritura!!! sería una fabulosa publicidad gráfica a la hora de promocionar esta novela QUE SEGURAMENTE SE HARÁ EN PAPEL!!!!!

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  5. Escarcha:
    Es tal como lo cuenta Osvaldo pero si querés enterarte de detalles, vení el 16 de junio a nuestra segunda presentación del libro en la Casa de la Cultura de Adrogué y te los contamos. Mil gracias por tu apoyo incondicional!!! Ahhh!!! Yo inicié a Osvaldo en la escritura y él, como buen discípulo, me superó!!!

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    1. Gracias Myriam, creo que no es para tanto, pero con tu reconocimiento para mi es más que suficiente...!!!
      p/d Creo que Escarcha no va a poder responder a nuestra invitación porque vive algo alejada...

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    2. chicos, ojalá pudiera ir!!! no se imaginan las ganas que tengo de conocerlos, pero estoy un poco alejada de ustedes, soy de Santiago del Estero!!!!
      :-(
      Ese día brindaré por "Fachada" y por la magia que surge de la amistad de estos dos grandes escritores!

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  6. INCREÍBLE CAPITULO.

    Siempre dejándote a la espera de más. Así estoy. Ansiosa y entusiasta. Sigan así!!! Mi rutina de los viernes es abrir el blog y leerlos. Buenísimo!!!

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    1. ¡Gracias Lu....!!! Espero que te siga atrapando y preparate porque se vienen la saga uno y dos...

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