viernes, 19 de abril de 2013

Recolectando evidencia




La casa está en orden, no hay ningún signo de violencia lo que indica que  Claudia fue tomada por sorpresa o conocía a su atacante.
Con esfuerzo, trata de superar su dolor y estupor y comienza a analizar el sitio. En principio, teniendo en cuenta la última comunicación telefónica,  podría asegurar que hasta las siete de la mañana todo debería haber estado en orden.  El  fallecimiento  se había producido a las a las nueve y cuarto.  Claudia tiene colocado el vestido de novia sobre su ropa: una blusa y un  jean. No hay ningún signo de lucha, se pregunta como el agresor pudo haberlo logrado  sin ningún tipo de resistencia. No encuentra respuesta.
El corte en el cuello es sobre el lado izquierdo y ascendente: eso le indica que fue realizado por una persona zurda y de mayor altura.  Es parejo y profundo lo que le sugiere que fue hecho con un elemento muy afilado, quizá un bisturí.  También ve que, llamativamente, el vestido tiene un pequeño corte rectangular: le falta ese pedazo.  Como si  el asesino, hubiera querido llevarse parte de él.  Busca una tijera y hace un recorte externo del corte; de esta manera tendrá la muestra de la tela y también un elemento para armar, tal como un rompecabezas; completándola con la que se habría llevado el autor del crimen.
Un periódico tirado sobre el piso, que en su primera plana anuncia la condena a un comerciante y un custodio por el homicidio de dos personas en medio de los saqueos ocurridos el 19 y 20 de diciembre de 2001, muestra los rastros de una pisada.  Retira esta hoja, la dobla y la guarda para sí.  Esta seguro de poder darle mejor uso que los investigadores que intervendrán en el caso.
Jack lloriquea y aúlla en el dormitorio rascando la puerta del placard.  Se acerca,  abre y no puede creer lo que encuentra: Valentino acurrucado, sollozando profundamente, vestido con su uniforme y su mochila escolar.
Lo abraza profundamente.  El temblor de su hijo se transmite a él, contiene sus lágrimas. Asoma sobre su mejilla los rastros de lápiz labial de un beso de su madre, apoya los suyos y disfruta del último beso compartido.
Le habla despacio, casi susurrando.  Le hace saber que lo ama que va a estar siempre a su lado.  Valentino tiene los puños fuertemente cerrados, esta crispado; trata de abrirlos suavemente.  Es inútil, esperará. 
Ahora puede imaginar la situación: El asesino amenazando a Valentino para que Claudia se colocara el vestido…
Sabe que no tiene mucho tiempo y que tiene que actuar rápido.  Llama a Carla le relata brevemente lo sucedido y le pide que venga con la policía.
Vuelve sobre los puños de su hijo, dedo a dedo va desarmando el dolor; aparecen unos pocos cabellos que no son de Claudia, los separa cuidadosamente, podrían llegar a constituir una evidencia importante…

                                                                                              Peregrino

5 comentarios:

  1. Tenemos una nueva colaboradora: La foto es creación de Mirta... Creo que está camino a descubrir una nueva habilidad...

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  2. tremendo!!!!!!!!! se me han puesto los pelos de punta!!!!!!!
    cuanto dolor en ese niño y que bien escrito está! puedo vivir lo que Luca está pasando.
    Genial José!!!!!!!!!!!!!!

    ABRAZOS

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  3. Es desesperante. No se puede ser tan cruel. Y pensar que hay bestias que son capaces de hacer cosas así. Estoy en shock. El dolor que atraviesa al padre y al hijo es insoportable. Osvaldo, este capítulo es impresionante! Abrazo enorme!!!
    P/D: Genial la foto de Mirta!!!

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  4. Diana y Bee: ¡Me encanta como me miman!!!!!! Gracias, son unas grossssssssaas. Abrazo

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  5. Cuántas emociones entrelazadas,impotencia, dolor ,ira,desolación,AMOR por Claudia y por su hijo, tristeza y sed de venganza. Muy Bueno.

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